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Joana y António Maçanita tenían un sueño desde hacía mucho tiempo. Crear un vino con carácter y personalidad propia, al estilo de los dos hermanos y enólogos. La oportunidad surgió en la región del Duero, donde Joana desarrolla parte de su actividad profesional. En lo alto, entre terrazas y viñedos, se topó con una materia prima muy especial, imposible permanecer indiferente, llamó a António y lo retó. En 2011 se echaron las raíces del proyecto de los hermanos Maçanita en el Duero. Los viñedos están situados en el Duero, subregión de Cima Corgo, cerca de Pinhão. Fueron elegidas cuidadosamente para encajar en el perfil adecuado, uvas con mucha concentración, riqueza y frescura. Los dos hermanos visitan juntos los viñedos en operaciones que determinan la calidad y sanidad de la uva. Con una enología poco inventiva, en la que la extracción del color y la estructura del vino se realiza de forma suave y lenta, los vinos de Maçanita son, pura expresión de la enología “Maçanita”, la fruta por encima de todo.